Francisca es de un temperamento muy fresco, muy alegre y espontánea. Ella es la equilibrista del circo Metrogoldin, un circo familiar. Alex, se ve cautivado por la belleza y el misterio de Francisca.
Obviamente, nace entre ellos un amor muy tierno, fuerte y eterno que lleva a Alex a seguir a Francisca cuando se vaya de gira con el circo, dejando todo, sin medir consecuencias, jurándose ambos no separarse nunca, lo que sin embargo no será posible cumplir. Su amigo de siempre, Jaime, es el único que conoce sus planes y es fiel guardador de su secreto. La familia de Francisca, en un principio se opone, pero luego deciden aceptar a Alex como un integrante más del itinerante circo.
Todo iba bien, hasta que Francisca sufre un repentino, pero conocido ataque. Alex se desespera al verla convulsionar, pero el padre ya sabe como actuar y luego le cuenta al joven lo que sucede. La niña sufre ataques que borran su memoria más reciente, por lo tanto, al despertar, Francisca ya no lo recordará... y si logra recordar algo, eso le hará daño.
Alex, se ve obligado por el padre a regresar a Santiago y se llena de sus estudios en la universidad. Su vida continua, hasta formar una linda familia. Un día, sus hijos le piden que los lleve al circo... es allí donde se produce el reencuentro, pero con el dolor de su corazón, no puede acercarse a Francisca, para no causarle algún mal.